Aquests dibuixos es projectaven al cinema Orient, de Cal Mariano, a Calafell poble, on l'hoquei havia arrelat fortament. Entre pel·lícula i pel·lícula, a les sessions dels diumenges a la tarda, Garriga posava els dibuixos a la pantalla del cinema i els calafellencs s'assabentaven del resultat del seu equip.
Uns anys més tard, Garriga va fer un àlbum d'aquells dibuixos de la temporada 61/62 i es conserven tots. Els reproduïm pel seu valor històric i artístic, juntament amb els versos que hi va posar per completar l'àlbum. El va nomenar "Dominguero y Telediario" del CP Calafell.
¿Empecemos ya lector?
presta mucha atención
y para ti dejo la comprensión.
A Ripoll fuimos
y de allí trajimos
una victoria con tres racimos.
A pesar de los pesares
al Layetano ganamos
y de aquí nos fundamos
puras ilusiones para los veranos.
Del San Ignacio sacamos ilusión
que, a pesar del remojón,
jugando como jugaba
estaría siempre en el sitio que estaba.
De Molins de Rey,
un punto nos trajimos
muy contentos estuvimos
por la ilusión que recogimos.
De los cabezudos de Mataró una bomba resultó
el resultado que de Calafell sacó.
De Figueras trajimos
puñetazos, golpes y miedo.
Les esperamos y no digamos
con mimos y regalos.
Esperamos las estrellas vean
si no es eso lo que piensan.
Al Reus ganamos
no sin antes del árbitro quejarnos,
pues el resultado apuro
por la falta de visión en lo que no dudo.
En Horta repetimos
lo de las buenas jornadas
en que siempre conseguimos
lo que nos prometimos (propusimos).
En el Artilene, equipo no vimos
pues el resultado refleja lo que obtuvimos.
En la jornada de descanso
dormimos con sendos colchones escaseando el entrenamiento
pero sin falta de aliento
para el domingo próximo ganar en el descuento.
Al Vendrell le supimos meter cinco goles
como soles.
A pesar de todas las intrigas
y pasar de las fatigas,
les vencimos para colmo de sus males.
A pesar de en Gerona haber perdido,
quizá no toda la culpa fue del portero
pues los nervios escasearon,
pues supimos demostrar que sabemos perder
en todo su valer,
aunque las malas lenguas nos infundan por doquier
nos hacemos por todos los sitios valer.
Los del H. Olivetti nos sacudieron
y el pelo nos tomaron.
Y, para colmo, en casa nos marcaron.
E hicieron lo que quisieron.
Nuestro equipo nos defraudó
aunque debamos reconocer que no toda la afición se enfadó.
El SEAT nos zumbó, pero el árbitro
le ayudó
pues de pitos este partido no le sobró.
Y a nosotros más nos hundió.
Esperando en nuestra casa ganarle aunque nos cueste.
Para terminar el año, al Vilafranca ganamos
y todos quedamos
esperando se avengan a razones
todas nuestras ilusiones.
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